lunes, 30 de abril de 2007

El tiempo se acabó...



Bajo el eslogan: "El tiempo se acabó... protejan a Darfur", se darán vuelta a unos 10.000 relojes de arena rellenos con sangre artificial para destacar la continua violencia en Darfur.

Actores y músicos participan en una campaña para denunciar el genocidio de Darfur
29-ABR 07.- En el aniversario del inicio de la guerra civil en Darfur músicos y actores, como Hugh Grant, participan en una campaña para denunciar el genocido que se vive en esta región de Sudán. La imagen de la campaña es un reloj en el que la arena ha sido sustituida por sangre. El lema, cada segundo que pasa sin parar la guerra es un segundo en el que se derrama más sangre. Hoy están previstas decenas de manifestaciones en todo el mundo pidiendo una intervención internacional que ponga fin a las atrocidades.

Darfur: el drama que no cesa
La vida nunca fue tan dura en Darfur, una paupérrima y árida región sudanesa fronteriza con el Chad. La disputa por tierras y zonas de pastoreo ha enfrentado históricamente a las tribus árabes y a la población negra, pero nunca se había llegado tan lejos.
El miedo a las feroces milicias Janjawid -que cuentan con el apoyo del gobierno- ha llenado la región de campos de refugiados. Su subsistencia depende de ayuda internacional, pero pasa el tiempo y la paz no llega.
La presencia de las tropas enviadas por la Unión Africana no ha frenado los ataques de las milicias árabes y los refugiados se juegan la vida cada vez que salen del campamento en busca de agua o un poco de leña...


El drama de DARFUR -El nuevo genocidio africano.
El mundo. Actualizado miércoles 18/04/2007 19:47 (CET)
MARTA ARROYO - MADRID.- La crisis humana que vive la región sudanesa de Darfur debida al conflicto armado que mantienen el Ejército, con el apoyo de tribus árabes respaldadas por el Gobierno (Janjaweed), y los rebeldes del Ejército de Liberación de Sudán (SLA) y del Movimiento para la Justicia y la Igualdad (MJE), que reclaman más derechos para los africanos negros, se ha convertido en una de las mayores crisis de los últimos años.
Tras este enfrentamiento, que amenaza los acuerdos de paz que podrían poner fin a 21 años de guerra civil entre el norte y el sur, se esconden motivaciones religiosas y étnicas, pero sobre todo económicas.

El origen de la crisis
Los rebeldes acusan a las autoridades de Jartum de favorecer ecómicamente a las comunidades árabes del norte (islamistas), en detrimento de esta desértica región habitada por numerosas tribus de raza negra (musulmanes), así como de ejercer una fuerte represión sobre ellas condenándolas al subdesarrollo.
Esta es la razón principal que esgrimieron el SLA y el JEM, cuando en febrero de 2003 decidieron atentar contra intereses gubernamentales, para obligar al Ejecutivo a acabar con su 'marginación histórica'. Para responder a estos ataques, el Gobierno decidió armar a los Janjaweed y les dio carta blanca para actuar.
Las consecuencias del conflicto
La política de tierra quemada llevada a cabo por las milicias árabes ha causado cerca de 50.000 muertos y obligado a huir de sus hogares a más de un millón de personas, convertidos en desplazados internos dentro del país.
Otras 200.000 personas han huido al vecino Chad, aunque, según Cruz Roja, sólo la mitad se ha refugiado en los campamentos del ACNUR. El resto están diseminadas a lo largo de los 600 kilómetros de frontera, en condiciones extremas.
Las ONG, que llevan meses pidiendo ayuda para los civiles, acusan a estas milicias de quema de aldeas, violaciones en masa, asesinatos indiscriminados y otros atentados contra los derechos humanos. El coordinador de Asuntos humanitarios de la ONU en Sudán, Mukes Kapila, no ha dudado en comparar la limpieza étnica que sufre esta región africana, con el genocidio ocurrido hace diez años en Ruanda.
Demandas de los rebeldes
El SPLA y el JEM reclaman para Darfur una parte proporcional de la tarta de beneficios de un país en el que lo ingresos del petróleo suponen el 75% de las exportaciones. También quieren una reforma política que otorgue mayor protagonismo y autonomía a la región y participar en el proceso de paz entre el gobierno del general Omar Hassan Ahmed al Bachir y el Ejército Popular para la Liberación de Sudán (SPLA) en Kenia.
El 5 de mayo de 2006 , el principal grupo rebelde de Darfur y el Gobierno de Sudán alcanzaron un acuerdo de paz "con reservas". Sin embargo, otras dos formaciones disidentes se negaron a firmar el tratado.



George. W. Bush habla de la región sudanesa de Darfur en el Museo del Holocausto. Estados Unidos Washington (Routter)

La respuesta internacional
Amnistía Internacional ha instado a la Comunidad Internacional a adoptar medidas de protección para los miles de desplazados de Darfur. La organización pide ayuda material y económica para las víctimas de la guerra y acusa al Gobierno de Jartum de obstaculizar el acceso a los suministros médicos y alimentos, así como de minimizar las repercusiones de la crisis.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, anunció que el Consejo de Seguridad aprobaría sanciones contra Sudán si no toma medidas para acabar con esta situación, pero el conflicto se extiende y aumenta el número de damnificados, ante impotencia de las organizaciones humanitarias

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